13 abril 2011

MI HIJO ESTÁ EN SECUNDARIA Y NO SABE ESTUDIAR


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 ¿Este/a chico/a sirve para estudiar, o no sirve para estudiar". ?
Mi hijo es listo, pero no sabe estudiar, ¿le harán falta técnicas de estudio?
¿Le estaremos exigiendo por encima de lo que puede?


Independientemente de cómo influye la situación personal de los chavales a la hora de estudiar (responsabilidad, madurez,conflictos personales, problemas relacionales...) en el rendimiento escolar, es cierto que en ocasiones fallan capacidades, habilidades y aptitudes que les impiden realizar los procesos adecuados para asimilar contenidos, realizar trabajos etc, en definitiva para aprobar.


¿En qué consisten las técnicas de estudio?
Son las que todos conocemos: subrayado, esquemas, índices, resúmenes, reglas mnemotécnicas... Cuando están adecuadamente desarrolladas las capacidades, aptitudes y habilidades que requiere el aprendizaje, estas técnicas suelen surgir espontáneamente o con pocas indicaciones. Lo exigen la cantidad y la dificultad de las materias. 


 ¿Qué ocurre cuando no surgen dichas técnicas, o no las aplican en su estudio a pesar de ser indicadas por sus profesores?
 Normalmente a los chavales que les cuesta aplicarlas y aprovecharlas es porque tienen dificultades en algunas capacidades y/o habilidades implicadas en el aprendizaje como: la capacidad de síntesis, la de comprensión lectora, la atención-concentración, la orientación espacio-temporal (donde encajar y organizar la información), la planificación; en definitiva capacidades y aptitudes que es necesario restablecer previamente para poder realizar las ténicas de estudio propiamente dichas. Las técnicas de estudio, están supeditadas a las capacidades y habilidades anteriormente descritas.


¿Qué podemos hacer?
Este engranaje se puede desmenuzar, para concretar y descubrir cuáles son los déficit en las capacidades y habilidades y así poderlas trabajar. De forma paralela, entonces, se pueden ir introduciendo las técnicas de estudio propiamente dichas.
En otras ocasiones existen malos hábitos de estudio (abuso de la memoria, falta de automatización, falta de dedicación...), sin que existan dificultades en las capacidades específicas, entonces habría que trabajar directamente las técnicas de estudio.

16 marzo 2011




NO ME GUSTAN LAS COMPAÑIAS DE MI HIJA


"A mi hija de 14 años le gusta ir con unas chicas que a mí no me gustan nada. Cuando le hago alguna insinuación sé enfada muchísimo y grita. Sé que no le puedo decir a todo que no pero realmente no sé que hacer. A veces me cuenta cosas de sus amigas que ni a ella misma le gustan pero en cuanto digo algo en contra de ellas ya se enfada".

A diferencia del resto de las relaciones, familiares, compañeros de colegio o de trabajo, vecinos, etc. , los amigos los elegimos por identificación, afinidad, admiración y/o atracción. Queremos estar con ellos. Cuando hacemos ver a nuestros hijos que esas elecciones que están haciendo no nos gustan, los chicos sienten que ellos mismos son rechazados.


Cuando nuestros hijos nos cuentan hechos o actitudes de sus amigos nos están invitando a que demos nuestra opinión acerca del tema. Nuestra postura debe de ser:

*Concretar los hechos o actitudes que no nos gustan de sus amigos, sin censurarles como personas.


* Hablarles en términos de nuestra relación con ellos, nuestros hijos, dándoles a entender que cada madre/padre educa a sus hijos como cree conveniente; trasmitiéndoles que es lo que no deben de hacer y que consecuencias pueden tener al respecto.


* Realzar los aspectos positivos que vemos que ellos están desarrollando y cual es nuestra respuesta de confianza hacia ellos.

*Realzar los aspectos positivos de sus amigos para que ellos sepan apreciarlos y para que vayan aprendiendo a valorar ellos mismos lo importante de cada persona.

* Alentarles a definirse y a defenderse exponiendo ante sus amigos cuál es su criterio y su postura ante situaciones por las que no quieren ser arrastrados.


 Estos momentos se pueden vivir con angustia, impotencia, miedo, o como una excelente oportunidad de educar.


04 marzo 2011

MUNDO DIFERENTE...SU EDUCACIÓN DEBE SER DIFERENTE




Recogemos esta dirección porque pensamos que la situación de nuestra Educación, en general, necesita estos planteamientos.



Los niños de hoy son probablemente la generación más sofisticada que jamás haya existido. Richard Gerver Eduard Punset: Richard, nos has convencido de que los ni...



23 febrero 2011

CARTA A UNA MADRE: ¿ME TENGO QUE CREER LA TERAPIA DE JUEGO Y YA ESTÁ?



CARTA A UNA MADRE

Hola ------------
Verás,  parece una cuestión de fe según me cuentas, pero los niños como mejor se comunican es a través del movimiento y del juego, para ellos el lenguaje es mucho más complicado y no saben decir qué les pasa. Siempre, los problemas psicomotrices, subrayando psico tienen mezcla de causas psicológicas y  dificultades motrices (coordinación, equilibrio etc), es lo que tratamos de averiguar a través de lo que ellos expresan en el juego. Las sesiones están bien estructuradas e incluyen objetivos concretos. Se trata de que abordando la causa se coloquen las estructuras previas y/o básicas para el aprendizaje. Por ejemplo, es como cuando uno tiene angustia y no puede respirar bien, si atajas el problema de la angustia, respirarás mejor, explicado de manera simple. En el caso de tu hijo,  no percibe bien en general, porque su lateralidad no está bien estructurada y viene a ser un síntoma.
Otras posibles causas de la lateralidad mal estructurada es que  no automaticen bien (no reproducen bien estructuras rítmicas) y repercute en la lectoescritura, o no integran bien (les cuesta hacer puzles) y también repercute en la lectoescritura. A veces algunos más mayores, vienen con problemas de comprensión lectora, miramos el ritmo (orientación temporal) y lo tienen fatal porque el desarrollo tónico-emocional tampoco está bien, y sin trabajar directamente la lectoescritura, a través de la psicomotricidad, mejoran considerablemente. Incluso, las puntuaciones del WISC(test de Inteligencia) a través de la terapia, también mejoran. Cuando "uno no está bien" por causas de fondo, repercute en capacidades y/o habilidades (atención, concentración etc), a cada uno en su punto más débil. Bueno después de esta charla, como verás no es como la religión, es más científico de lo que parece.
Las fichas pueden ser algo paralelo, pero más que como método de corrección, casi mejor de evaluación, de vez en cuando.
Pregúntame dudas si la charla es muy densa.

Besos

Publicamos esta carta porque "la madre", nos ha respondido diciendo que para ella ha sido clarificadora. Busca ayuda para su hijo con problemas de lectoescritura y no veía claro que a través de una terapia psicomotriz pudiera corregir las dificultades que el niño presenta. En ocasiones intentamos ser más exhaustivos y científicos con otras explicaciones sobre nuestro trabajo y no somos tan eficaces.

04 febrero 2011

RESPETO A LOS NIÑOS



¿En qué consiste el respeto a los niños? Parece que pueda  consistir en las formas de dirigirnos a ellos/as, pero se trata de algo más profundo. Desde que son bebés, el respeto hacia ellos describe una actitud determinada. Como hacia todos los seres indefensos, podemos caer en el abuso, incluso es fácil, sobre todo si con frecuencia "nos resultan molestos".

Escuchar y atender a un niño no es solamente oir lo que dice o ver lo que hace, en ocasiones, por ser un niño él tampoco sabe qué le ocurre; hemos de intentar descifrar el sentimiento que subyace, ponerse en su lugar y retornar a nuestra propia infancia para vislumbrar sus necesidades.

Se trata de EDUCAR y ayudarles a crecer, a que vayan consiguiendo madurar afectiva, emocional e intelectualmente. Adecuar las expectativas que se tienen sobre ellos es fundamental para no perder el respeto a nuestros hijos; están aprendiendo, lo cual incluye infinidad de fallos que hemos de ayudarles a corregir. Agradecen que se les asignen y se les exijan responsabilidades, y al mismo tiempo que se les reconozcan los sentimientos que esto les produce.

Según la psiquiatra Françoise Doltó "hemos de tratar a los hijos como a nuestros huéspedes", y nosotras siempre comentamos que con los hijos "siempre hay que llevar puestos los zapatos de tacón". En este sentido queremos decir que la relación padres hijos incluye posiciones y status diferentes, que depende de nosotros estar alerta sobre lo que necesitan a medida que crecen, depende de nosotros romper situaciones viciadas; en definitiva, procurar un trato que les ayude a encontrar su lugar.

Sentir que los niños  son de nuestra propiedad, cubrir nuestras carencias con ellos, y olvidarmos que son personas, que son niños y no adultos en pequeño, es algo más frecuente de lo que en principio creemos.
Pararnos a pensar con sosiego como es nuestra relación con ellos, organizar y planificar como creemos que debería de ser, es fundamental para potenciar su desarrollo afectivo, emocional e intelectual.