Es necesario que los padres se trabajen la angustia que les producen los suspensos de sus hijos, mentalizarse de que nosotros, los padres, les vamos a ayudar, a guiar, para lo que ellos quieran estudiar, pero es necesario pasarles la responsabilidad, para que ellos puedan buscar soluciones a sus propios problemas. Hemos de tener la convicción de que nosotros nos angustiamos con los suspensos, pero que ellos lo pasan realmente mal ante esos resultados, aunque su actitud no corresponda con su sentimiento interno. Muchas veces no saben por dónde empezar a concretar para organizarse, otras han estudiado mucho de memoria y ahora ya no sirve, otras, "algo" les impide ponerse a estudiar cuando sus padres se lo recuerdan.
A esta edad, nos tenemos que desprender de que sus resultados dependan tanto de lo que los padres hagamos, antes no, ahora ya sí. En ocasiones los padres ideamos infinidad de estrategias pedagógicas y didácticas para que estudien, se hagan conscientes, para que reflexionen, les obligamos a estar "estudiando" durante horas pero no les cunde etc. En algunos chavales, ante esta etapa de crecimiento, dura para ellos, el fracaso escolar está anclado en lo personal, con conflictos internos en este aspecto que les impiden interiorizar su responsabilidad y que es necesario resolver.
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