Actualmente vivimos en una sociedad en la que la formación cognitiva y la adquisición de conocimientos en los niños, es una necesidad prioritaria para los adultos encargados de su formación. Hemos olvidado el desarrollo global de los niños. Etapas de desarrollo y puntos significativos de crecimiento emocional, madurez, sociabilidad etc. solamente se desarrollan plena y adecuadamente en edades determinadas. Se está menospreciando la importancia de jugar libremente, de la relación espontánea entre los iguales no dirigida por los adultos; en definitiva de la forma de aprender de un niño. Estamos dejando de lado la madurez psicosocial, vital para el desarrollo personal del individuo.
Es una necesidad cotidiana y sin embargo en la época escolar, a diario, los parques y patios de los colegios están vacios de niños y chavales. No tienen momentos dedicados a estos aspectos del desarrollo, que a largo plazo redundarán en la eficacia del propio rendimiento académico y de todos los aspectos de la vida de un individuo.
Todos aquellos implicados en la educación y desarrollo de nuestros chicos (colegios, familias, pedagogos, psicólogos etc.) hemos de encontrar un equilibrio de tiempo y espacios, que les permita crecer como personas, teniendo en cuenta que son niños que han de vivir como tales, y que sus necesidades son diferentes a las del adulto.
Desde el punto de vista educativo, biológico y propiamente psicológico, muchos autores plantean la necesidad de atender el momento específico del desarrollo en el que se encuentra el individuo.
"El verdadero desenvolvimiento depende no de una precoz orientación o adaptación del ser infantil a las finalidades de la especie, sino de la posibilidad de realizar las condiciones de vida necesarias en el momento presente de la propia evolución". (María Montessori).
Estoy muy de acuerdo con lo que comentáis. Los padres solemos dedicar mucho tiempo y esfuerzo a que los niños adquieran conocimientos "tradicionales" sin que pensemos en su desarrollo social y emocional. El juego les enseña muchas cosas: a pensar de forma autónoma, a respetar normas y compañeros, a relacionarse, verse como una parte de un grupo, ... en fin, cosas que no puedes aprender en los libros. Estoy segura que si hubiese menos deberes y jugasen más serían más felices y más personas.
ResponderEliminarMuy interesante, muchas gracias por compartirlo.